Quiénes somos
El equipo Distira comparte la creencia en la importancia de la salud y el bienestar.
Reunimos todos los servicios que trabajan con lesiones neurológicas, musculares, articulares y respiratorias, para tratarte y asegurarnos de obtener los resultados que necesitas para recuperar tus funciones.
Es posible que hayas recibido un diagnóstico o que no sepas lo que pasa con respecto a un dolor o problemas de movimiento. En Distira buscamos una solución de tratamiento, brindándote respuestas sencillas y soporte experto.
Nuestro compromiso: brindar un servicio especializado para alcanzarlo.
Eneritz Elorza
Fisioterapia
“Ayudo a personas con dolor o lesiones musculares o esqueléticas a recuperarse y conseguir moverse sin miedo, siendo conscientes del motivo del dolor y aprendiendo a evitarlo a través de la postura, para obtener una mayor libertad de movimiento y una vida sin limitaciones.»
Ivanka Farias
Neuro – Fisioterapeuta
“Ayudo a personas con lesiones neurologicas a conseguir mayor movilidad y una mejor relación con el entorno, a través de un plan basado en su potencial y no en sus límites, para mejorar su calidad de vida, su estado anímico y su independencia.”
Eneritz Elorza
Fisioterapia
“Ayudó a personas con lesiones neurologicas a conseguir mayor movilidad y una mejor relación con el entorno, a través de un plan basado en su potencial y no en sus límites, para mejorar su calidad de vida, su estado anímico y su independencia.”
Cuando tenía 13 años sufrí una lesión de rodilla esquiando y mi vida dio un giro total hacia otra dirección. Fue una experiencia que me marcó muchísimo ya que el Ballet era mi sueño y de un día para el otro se fue al traste. Fue muy duro para mí a nivel emocional. Me sentí perdida. No sabía lo que iba hacer, lo que iba a ser mi futuro. Entre intervención e intervención pasaron dos años y cuando empecé con mi propia rehabilitación y recuperación de rodilla, volví a ilusionarme.
Sentí que aquello, la fisioterapia, encajaba con lo que yo era y que todo lo que había aprendido anteriormente sobre el movimiento no había sido en vano, sino que sumaba.
Ahora doy las gracias a aquel accidente que tuve, ya que mi profesión me nutre, me apasiona y disfruto ejerciéndola.
Me ilusiona cada día aprender y comprender el por qué de algunas cosas. Soy consciente de que el aprendizaje no se acaba. Por eso la ilusión no se acaba.
El accidente me permitió descubrir mi profesión, pero lo vivido en casa desde pequeñita también ha determinado cómo trabajo en el día a día. Tengo una hermana mayor con diversidad funcional, así que he desarrollado de forma innata la parte de la escucha, el cuidado, la protección, la dedicación, que me servía para ese nuevo campo de la salud.
Todo ello me llevó, en 2002, con 25 años, a abrir Distira. Cuando miro desde hoy a aquella chica que yo era, pienso que fui muy valiente. Es fácil cuando no tienes miedo. Cuando no existe el miedo puedes avanzar. Y cuando en mi vida, en algún momento, se ha presentado et miedo, lo he mirado de frente.
En 2006, junto con Ivanka, creamos el Distira actual. En aquel momento ambas dábamos unas clases que resultaron tener mucho éxito por el trabajo corporal que realizábamos con los alumnos. Pensamos que podíamos ofrecer a nuestros pacientes este tipo de experiencias que les pudiera ayudar a recuperarse de sus dolores o lesiones.
Ese ha sido, desde el principio, el objetivo de Distira. Que cada persona del equipo pusiera al servicio de los pacientes lo que mejor sabía hacer y pudiera formarse (e ilusionarse) para poder acompañarlos mejor en el camino de su recuperación.
Dentro de todos los campos que abarca la fisioterapia, yo me he enfocado más en lo que tiene que ver con la postura, comprender los motivos del dolor y aplicar técnicas que liberen esas tensiones que modifican la postura y provocan malestar.
Técnicas que he ido aprendiendo a lo largo de 25 años, porque, como decía antes, no he parado de formarme. Intento transmitir a mis pacientes y alumnos todo lo que a mí me sirve: el respeto, la escucha, sentirse confortable y en un ambiente calmado, humano, seguro, confidencial.
Cuando la ilusión perdura, los pacientes lo perciben y sienten que el afán de ayudarles es verdadero.
Ivanka Farias
Neuro – Fisioterapeuta
“Ayudó a personas con lesiones neurologicas a conseguir mayor movilidad y una mejor relación con el entorno, a través de un plan basado en su potencial y no en sus límites, para mejorar su calidad de vida, su estado anímico y su independencia.”
Si tienes una lesión neurologica es posible que tu mayor anhelo sea recuperar lo perdido, volver a estar como antes. Es un sentímiento que nos iguala a todas las personas en este mundo. Porque, quién no ha recibido algún golpe en su vida y ha hecho lo posible por volver a la casilla de salida?
A veces podemos volver a ser quienes éramos. Otras no.
Pero te aseguro que en el caso de una lesión neurologica siempre hay un camino de recuperación! Un camino basado en lo que tienes, no en lo que te falta.
He acompañado en ese camino a muchas personas.
Que llegaron a Distira porque dejaron de darle rehabilitación en el servicio público. O que habían estado en otros sitios donde sentían que no sabían lo que les pasaba, o que el tratamiento que les ofrecían les parecía insuficiente.
Todo tipo de personas, de edades, situaciones, tiempos de evolución.
Cada una con sus miedos, sus deseos, sus capacidades, sus frustraciones, sus sueños, su entorno.
Todas con algo en común: Querer mejorar su vida, su autoestima, su relación con las cosas que son importantes para cada una, su independencia.
Al final es lo que todos queremos. No eres diferente al resto.
Tienes más dificultades, si, pero, como el resto, puedes ponerte en camino para conseguir una vida mejor.
Si quieres, te puedo acompañar como hice por ejemplo con, Maixu, Dominique o Sharon.
A Maixu, le dijeron que no volvería a hablar ni levantarse de la cama despues de sufrir un ictus. Y hoy es capaz de comer sola y charlar con sus amigas.
Dominique, terminó haciendo el Camino de Santiago, después de un gran derrame cerebral.
Sharon, la trajeron sus aitas con 8 meses de edad, también con un pronóstico muy negativo con respecto a su desarrollo. Hoy tiene 3 años, no hay quien la pare, corre, canta y es una niña feliz, que hace mucha rehabilitación jugando, divirtiéndose.
¿Como lo hicimos?
Verás, yo estudié Educación Física y al acabar continue Fisioterapia y Kinesiología en Argentina.
En la universidad me interese por la Neurología y me empecé a especializar. Estando en una clínica haciendo prácticas conocí a Castillo Morales y su equipo, un día lo vi tratar a un bebé y me emociono.
Lo que me gustó tanto fue la sensibilidad, la mirada puesta en los niños, el respeto, la atención en el momento presente, el abordaje de todas las áreas, no sólo desde una visión motriz. Teniendo en cuenta todo su entorno, su lesión, su plasticidad cerebral.
Y la empatía. Ponerte en el lugar del paciente. Con toda aquella información y mis posibilidades, quería seguir formándome con los mejores, que estaban en Europa, y me vine a España.
Descubrí el concepto Bobath, un enfoque de valoración y tratamiento que entiende que la lesión neurologica compromete la globalidad de la persona. Y guía la capacidad del cerebro de adaptarse al cambio, reorganizarse y recuperarse después de un daño neurologico. Y reafirme que este sería mi camino.
Y así llevo más de 20 años, estudiando, trabajando de forma particular el caso de cada paciente.
Porque no existe un protocolo que sirva para todos.
Cada persona es una nueva asignatura, aunque su lesión sea del mismo tipo del de otra persona.
Estudio cada caso para proponerle las terapias que más puedan servirles, para trabajar conmigo o con fisioterapeutas del resto de equipo de Distira.
Necesito apoyarme en profesionales con otras especialidades y conocimientos para obtener el mejor resultado con mis pacientes.
Por eso Distira es un sueño hecho realidad, un sueño compartido con Eneritz y el resto del equipo.
Porque es el lugar donde podemos trabajar así. Dedicando a cada paciente los recursos y el tiempo necesario.
Para que cada uno de ellos sienta que su vida puede ser mejor. Y eso fue lo que hicimos con Dominique, Maixu, Sharon y es lo que hacemos con el resto de personas que llegan a Distira, “mirar su potencial”.
El camino de recuperación que recorro con mis pacientes, está lleno de descubrimiento. Cimentado en la empatía y la formación continua y el contacto con ellos para conocer y comprender todas las áreas de su vida.Eso es lo más importante y también es mi vida.
